Peor que la gripe A...
"He murmurado contra una persona, he dicho cosas terribles contra él que no eran ciertas" -la mujer se mostraba tremendamente apesadumbrada. Su pastor la miraba serio. "¿Qué puedo hacer?". Su pastor le pidió que lo fuese a ver al día siguiente, pero que, de paso, comprase en el mercado una gallina, y que le fuese sacando las plumas y que las echase al camino. Extrañada, la mujer accedió. Regresó a ver al pastor. "¿Y ahora qué?". "Vuelve a casa, y recoge en un cesto las plumas que has ido tirando". "¡Pero eso es imposible; quizá podré recoger algunas, pero el viento habrá llevado la mayoría por todas partes!". El pastor asintió. "Así es. Del mismo modo, el viento ha esparcido tus murmuraciones por todas partes; el daño que le has causado a esa persona nunca podrá ser completamente reparado".
Ayer 2 de diciembre nos enteramos de que la niña tinerfeña muerta hace unos días no fue asesinada por su padrastro, su presunto maltratador, sino que simplemente -trágicamente- tuvo una caída fatal cuando jugaba en un columpio. Los servicios sanitarios canarios sospecharon que se trataba de malos tratos, de modo que fue activado el protocolo oficial para estos casos: el padrastro fue detenido y a los medios de comunicación les faltó tiempo para dar imágenes de su detención y propagar a los cuatro vientos su maldad. Pero la autopsia demostró lo que nadie (aparentemente) quería creer: el padrastro (curiosa la connotación negativa de este término) era inocente...
¿Cómo se justifica la crucifixión pública de este hombre, la ausencia de presunción de inocencia? ¿Cómo resarcirle? Pretende ahora llevar a los tribunales a todos aquellos que han contribuido a su linchamiento mediático. ¿Cómo no entenderle? Evitará un juicio formal, pero no el "algo habrá hecho", la tumba social que, entre todos, le hemos cavado. Los medios de comunicación deben reflexionar seriamente, porque su influencia (como mass media que son) en la sociedad es tremenda. Se multiplican las grandes portadas que se dirigen al sentimiento en lugar de a la razón. En busca del titular de impacto, los medios abandonan la objetividad flirteando peligrosamente con un sensacionalismo canallesco que puede acabar pudriendo sin remedio -por apocalíptico que suene- los cimientos de nuestra sociedad. Pero no son solo los medios, es que somos todos. Babeantes, impacientes como espectadores de circo romano, devoramos nuestras víctimas antes incluso de que salgan a la arena. El sensacionalismo sí que es una pandemia, y no la gripe A.
PS. Añado al artículo un vídeo ilustrativo que Juanjo me ha enseñado. Poco más hay que decir.
6 comentarios
Luis -
Yo me pregunto si no sería más interesante criticar- si ha lugar- lo qe dice ese eitorial y no el gesto de la publicación conjunta.
Juanjo -
israelprofedelengua -
Luís -
P.D: Por cierto, Juanjo, Catalunya- con ny de seny- un lugar donde los medios de comunicación aún conservan algo de ética peridística. La ñ de greña, mal ceño para los Herreras y Losantos y demás peña de España.
israelprofedelengua -
Juanjo -
El texto (viene con un vídeo que tendrás que ver en el enlace anterior):
Un reportero de televisión incitó increpar al padrastro de Aitana.
¿Recuerdan los gritos y abucheos que recibió el joven Diego Pastrana tras ser detenido injustamente acusado por la muerte de su hijastra, la niña Aitana de Tenerife?
"¡Sinvergüenza!, ¡bandido!, ¡no te da pena hacer eso a la niña!"... le espetaba una señora desde lejos mientras éste era conducido a dependencias policiales.
Pues bien, algunos de estos insultos no fueron espontáneos sino provocados por el reportero de televisión que grabó dichas imágenes de la detención y que, posteriormente, pudieron verse en los informativos de todas las cadenas.
Según desvelaron ayer los Telenotícies de la autonómica catalana TV3 y de la local Barcelona TV , así como hoy el diario Las Provincias, fue un periodista el que incitó a abuchear a Diego Pastrana.
En el vídeo -que ha sido hoy comentado en diversos programas de televisión- se escucha cómo alguien -el reportero- pide a una vecina que le ''diga algo''. Cuando el joven sale del coche, la mujer comienza a insultarle, después de preguntar: "¿Es éste?"
Al respecto de esta nueva "metedura de pata" de los medios de comunicación, el crítico de El Periódico Ferrán Monegal escribe hoy lo siguiente:
"Bochornoso papel el de la tele (la prensa y la radio también, pero ésta es una columna de tele) sobre este pobre joven de Tenerife que sin tener culpa de nada ha sido tratado y linchado, como si fuera el peor de los asesinos. Pero gracias a los TN de TV-3, y a los Infos y Les notícies de les 10 de BTV, hemos conocido la última canallada al respecto..."
"Estas dos cadenas han sido las únicas que han tenido la valentía de ofrecernos, de desvelarnos, el cafre documento sonoro de un reportero incitando a una señora a que gritase, a que insultase, a que abroncase, al joven tinerfeño para que la grabación que el cámara de TV estaba realizando tuviera un adecuado, un excitante, sonido ambiente."