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ISRAelPROFEDELENGUA

Extremadura entre el Tajo y el Guadiana

Extremadura entre el Tajo y el Guadiana

Homer arqueólogo. Mérida.

Estos últimos días "constitucionales" los dedicamos a recorrer una zona tan bella como poco frecuentada en los circuitos turísticos: la meseta extremeña entre el Tajo y el Guadiana. Los kilómetros recorridos bien merecieron la pena, y no solo por sus monumentos milenarios, como los de Mérida, donde levantas una losa y te sale una piedra romana, monasterios como el de Guadalupe, o conjuntos históricos como el de Cáceres o Trujillo, sino porque me reencontré con un viejo amigo extremeño con el que compartí aquellos lejanos meses cuando vivía en Oporto... [Acho, tío!!!] Ahí va un sintético reportaje fotográfico:

DÍA 1. Llegada a La Alberca. La lluvia y el frío serrano nos reciben, pero no hay nada con lo que no pueda un buen vino y unos morros rebozados... Mmmmm... Exquisita cena en un restaurante de la plaza...

DÍA 2. La autovía atraviesa las dehesas extremeñas. Pasamos el Tajo, y poco después, ya estamos disfrutando del espectacular casco histórico de Cáceres. Perdiéndonos a través de estrechas callejuelas, bajo arcos almenados, de una iglesia a otra, de un blasón a otro... retrocedemos en el tiempo. Compramos torta de Casar y licor de bellota, que sin manjares en las alforjas el camino se hace más cuesta arriba...

Tras el refrigerio de rigor, comemos ya en nuestra casa rural, en Alcuéscar. Después, nos espera Mérida. Preguntamos por el teatro a algún transeúnte, que con sus "Uhhhhhhhhhhh..." nos hacen pensar que estamos a cientos de kilómetros de nuestra ruta... Nos liamos un poco, nos reímos un bastante, nos metemos en la Alcazaba: cuatro euros por unas piedras amontonadas y unas vistas (fantásticas, eso sí) del puente sobre el Guadiana... Por fin el teatro y anfiteatro romanos. La noche ha caído y la visita a los dos monumentos resulta un regalo para los ojos (a las chicas también les gusta el guía...).

Jose, nuestro contacto, nos pone al tanto de las costumbres locales mientras nos tomamos unas cañas.

El día ha sido largo, pero cunde; eso sí, no hay cama sin partida de póker. Quien escribe, pierde...

DÍA 3. Amanece encapotado en Alcuéscar. Solo alguna ancianita desafía las inclemencias del tiempo...

Guadalupe se arremolina alrededor de su espectacular conjunto monacal. Es soberbio por fuera y por dentro, con su claustro, su sacristía, sus museos... La Virgen de Guadalupe despierta pasiones...

Llegamos a Trujillo justo para comer. En el restaurante "La Troya" nos zampamos unas migas y una cazuela de cordero que saben a gloria, todo regadito con un amoscatelado vino típico. Llega el momento de recorrer esta maravilla medievo-renacentista, patria de conquistadores...

 

En la casa rural compartimos viandas con nuestros vecinos...caracenses, carriacenses, arriacenses, alcarreños... de Guadalajara, vamos, que asan unas castañas sobre las brasas de la chimenea. La noche se cierra con una nueva timba de póker: quien escribe, pierde.

DÍA 4. Regresamos a casa, no sin antes comer unas tapitas en Salamanca: por supuesto, jeta en "La viga"...

4 comentarios

carmen -

Fantástico el resumen.Las fotos,como siempre,excelentes,en especial las de Mérida. Todo un detalle la foto del guía... Una vez más, ha sido un placer compartir estos días con vosotros.

israelprofedelengua -

La habrá, que tengo que probar las migas de tu madre ;-)

JOSE (acho tio!) -

Vaya "pedazo" de relato, fantástica descripción de la tierra extremeña y paisajes, y eso q habeis estado solo unos días...espero que haya ua segunda parte!!

Susana -

Preciosas las fotos, y Trujillo, envuelto en la niebla...